Por Alejandra Flores
Sergio Vargas Escoruela es una joven promesa de la música que a sus diez años tocó por primera vez en La capilla de la Emperatriz de Palacio Nacional este fin de semana, y el 9 de octubre se presentará en el Palacio de Bellas Artes tocando el Primer movimiento del Concierto número 8 de Mozart, entre otras piezas; programa que repetirá en el Teatro Juárez, el en el marco del Festival Internacional Cervantino, el 13 de octubre.
“Toco desde los siete años. Mi abuelo toca el piano, como hobbie y desde chiquito me empezó a gustar y me llevaron primero a unas clases, no me gustaron, luego llegó Mariana Chabukiani y ahí me gustó, y empecé con ella”.
A la fecha, Sergio, originario de Torreón Coahuila, ha ganado el segundo lugar en el Séptimo Concurso Nacional de Jóvenes Pianistas Parnassós en 2014 y el primer lugar en la Octava Edición del mismo concurso en 2015, además de obtener el premio a la mejor interpretación de la obra obligatoria en su categoría.
Sergio ensaya sin partitura y para él tocar el piano significa palpar muchas emociones. “Cuando estoy triste me vuelvo feliz, cuando estoy feliz estoy más alegre, como que te cierras en un mundo imaginario que pues es una sensación que no se puede describir”.